cuando te vi realmente y analize tu rostro,
tu anatomía, tus manos, tu forma de andar, tus labios...
el primer beso, la inevitable conexión que sentimos
el miedo, la adrenalina, lo placible de lo prohibido.
Aquello que nunca debió suceder (o quizá sí)
nuestra libertad pertenecía a alguien más
sin embargo buscamos la manera de encontrarnos
y en nuestra pasión comenzamos a arder
como una broma macabra del destino que quería vernos juntos.
Entonces todo lo que empezó por azar
ha continuado como una aventura maravillosa y excitante
como el velocímetro de un auto de carreras o la aguja de un holter
cosas malas, cosas buenas más siempre hacia el frente
pisando más a fondo... no dejemos que termine.
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