Llegó por la tarde sin afán de hacer nada, sólo tomar una cerveza fria y tumbarse a ver la tv, encendió el aparato idiotizador a la vez que destapaba con los dientes la pequeña botella que contenía lo que le gustaba llamar nectar de dioses, -Maldita sea!! -exclamó, olvide pagar el estúpido cable, aunque lo que de verdad le preocupaba es que no podría ver el canal porno y al final del día el resumen de los deportes... Se levantó a encender el precario dvd que contenía su película favorita "Virgenes putas" cuando sonó el timbre, -Carajo, uno no puede tratar de relajarse a gusto porque siempre llega alguien a cagar los hue...-, abrió la puerta y lo primero que vio fue un par de tetas asomándose sobre el destacado escote de una playera negra, ahi fue cuando se enteró que era una mujer, "buena y muy potable" pensó mientras le decía ¿En qué puedo ayudarle?(un qué demonios quieres disfrazado) - Lamento molestarte podrías dejarme usar tu teléfono?, la notó demasiado desesperada y pensó que podría sacar provecho de ello así que le dijo "Claro, pasa" y se hizo a un lado, el teléfono estaba a un lado del sofá como si hubiese vivido ahí siempre se sentó y marcó un numero, sus manos temblaban parecía estar muy alterada, fue a la cocina y llenó un vaso con agua, mientras caía del filtro al vaso de cristal comenzó a pensar en lo rico que sería "darse una rusa" con la desconocida, el azotón del teléfono interrumpió su fantasía improvisada -"Estúpido bastardo!!" exclamo la chica y sin importarle donde estaba rompió en llanto, el salió de la cocina y se sentó a su lado, -Toma, le dijo ofreciéndole el vaso con agua, te ayudará- ella lo tomó y susurro "Gracias".

Y... puedo saber que te sucede?- preguntó fingiendo timidez, es sólo que... dijo dudosa, se supone que vería a mi novio acabo de salir de casa y el muy idiota no comprende que si salgo a tientas de mi casa con el riesgo de que me cache mi prepotente padre es porque quiero verlo... sabes eh llegado a pensar que tiene otra, por qué los hombres son así? Son tan sólo una bola de hormonas y cuando uno les da lo que quieren simplemente se alejan, dejan de llamar y buscan a otra victima... Él la miraba mientras escuchaba bla, bla, bla en su mente, pensaba en sus labios gruesos, hacía un esfuerzo por que no notara que su miraba se clavaba en sus pechos,- ja, supongo que te estoy aburriendo con lo que te digo, no se porqué te lo dije, es mejor que me vaya-, dijo mientras se levantaba, claro que no, siéntate por favor no es bueno que andes por ahí con tantas cosas en la cabeza, le tomó la mano y ella se sentó otra vez. ¿Cómo te llamas? -Evelyn y tú?- Virgilio, no te burles ya tengo suficiente con repetirlo yo, rieron, ¿Quieres más agua?¿Quizá una cerveza? -Sí me caería muy bieen.- Se levantó y fue a la nevera, pensando "Dios gracias en estos momentos se que existes una cochita fácil me mandaste no la desperdiciare..." tomó las cervezas y se desabotono la camisa antes de volver a donde estaba aquella sexy desconocida.

Después de la primera cerveza la plática fue mas fluida, ella seguía quejándose de lo mala que era la relación con su novio, de porqué el sexo se monotonizo tanto al grado de ser lo único que los mantenía unidos, de su padre que cada vez que bebía se ponía a hacer destrozos en la calle y ni hablar de casa, de lo adicta que se estaba volviendo a ser la niña rebelde y "badass", de como todo eso la hacia sentir mas segura pero en el fondo seguía siendo una nena asustada, él la escuchaba, asentía con la cabeza y decía lo que para él siempre habían sido una sarta de cursiladas pero que funcionaban bien con las mujeres "te entiendo" "una mujer como tú merece algo mejor" "tu novio es un idiota al no ser amable contigo"... esto mientras se imaginaba como sería cuando la tuviera sobre su miembro duro y jugando con sus tetas.

15 cervezas después ella ya no hablaba tanto, él se acercó poco a poco y la beso, ella correspondió, empezó a acariciar su cuello, bajó y sujeto uno de sus senos, comenzó a estrujarlo poco a poco, ella reaccionó le pidió que se alejara, -sólo relájate un poco yo sé que tu también lo necesitas.- Él sabia que estaba en la fase del alcohol en el que te valen madre las cosas y por su estado de ánimo todo le fue mas fácil, así que continuó tocándola y besándola hasta que aquella playera negra se convirtió en un adorno para el suelo al igual que sus jeans y su ropa interior, ella accedió a cada sucia petición del que hasta hace unas horas era un extraño, se saborearon tan rico cuando la penetró estaba tan húmeda que no hubo necesidad de hacer mucho esfuerzo para que lo disfrutara, así accedió a que entrara en cada parte de su ser y le dejara en el pecho el néctar de la furtiva y pasajera pasión.

Después no supieron más de si, al día siguiente el se despertó solo aún desnudo, ella sólo habia dejado una nota "Gracias por todo, ya se a donde acudire la proxima vez que me sienta sola"

¿Acaso era una amenaza?

Una deliciosa amenaza...